¿Qué es la cirugía plástica?
El deseo de lucir joven y prolongar la juventud más allá de los límites de la edad, ha sido una constante en todas las civilizaciones. Cada cultura ha creado sus propias recetas de cremas, ungüentos, aceites, sales, jabones, lociones, esencias, perfumes y otros muchos artículos de belleza para acercarse a ese ideal.
Hoy, los cosméticos se producen científicamente a gran escala y, en efecto, ayudan a mantener la lozanía del rostro humano por más tiempo, pero el verdadero salto hacia la fuente de la eterna juventud ha sido logrado por la cirugía plástica.
En los últimos 50 años su desarrollo ha sido espectacular. Asociada a la cirugía reconstructiva y reparadora de lesiones y malformaciones, su campo de acción abarca desde los injertos en la piel hasta el moldeado de los tejidos de diversas partes del cuerpo humano, entre otras, cara, cuello, extremidades, senos, genitales, músculos y tendones. La cirugía estética, como una extensión de ésta, ha cobrado un sentido especial en nuestros días, cuando la belleza, la juventud y la individualidad son un paradigma.
La cirugía estética no sólo repara, sino que modifica, corrige y mejora el aspecto de diferentes partes del cuerpo humano. Y eso lo valoran las personas, porque es posible cambiar un detalle físico que molesta tanto, y hacer que el individuo gane en confianza, seguridad y autoestima. “En mi experiencia –señala Raúl– la mayoría de las personas busca operarse la nariz, los senos y el abdomen.”
En tan sólo dos décadas México se ha convertido en uno de los países latinoamericanos donde más se ha desarrollado la cirugía estética. “Aquí vienen a especializarse cirujanos de Francia, España e incluso de Estados Unidos. Tenemos la tecnología de punta, un número creciente de ingenieros biomédicos y cirujanos plásticos de alta calidad, y una demanda sin precedentes.”
El hecho de tratarse de cirugías de mínima invasión justifica, en buena parte, la creciente popularidad y aceptación por parte de la sociedad. Son cirugías ambulatorias, de dos horas de duración en promedio; la recuperación se lleva a cabo en casa y en pocos días la persona puede reanudar sus actividades habituales. Al cabo de seis meses, una cirugía exitosa funcional y estéticamente se verá como un resultado natural, no artificial. De ahí que mucha gente diga hay algo de magia en ello.